Los días 27 de cada mes, muchos fieles adornan un cuadro del Hermano Gregorio en la parroquia San Antonio de Padua, en una iglesia que lleva por nombre ‘Jesús del gran Poder’ y está ubicada en Urdesa Norte, av. Cuarta 307 entre las calles Segunda y Tercera.
José Gregorio fue un médico venezolano muy admirado en América Latina por su labor como científico y entrega al servicio por los más pobres. Tanto así, que luego de varios años como Siervo de Dios se han cumplido los pasos adecuados en el camino a la Santidad y la Iglesia Católica anunció la próxima beatificación del médico, quien también fue docente y filántropo.
Muy venerado en Venezuela y Colombia, en Ecuador al Hermanito Gregorio se lo recuerda todos los 27 en el templo donde se encuentra el cuadro dedicado al futuro santo; lleno de cartas, estampas, velas de colores y personas orando con fe para que su pedido vinculado a la salud, se cumpla.
Las puertas de la iglesia se abren desde las 07:00. Así sucede desde 1981.
Al respecto de la próxima beatificación, Martha Béjar, presidenta de la Agrupación Cívica Social y Cultural de Urdesa, acota que varias personas visitan el templo en busca de un milagro.
Béjar además, cuenta el inicio de la devoción por el doctor en Guayaquil:
«El año pasado se cumplió el centenario de su muerte y fue Isabel Portilla de Béjar, mi mamá, quien trajo la devoción a la ciudad tras ser curada milagrosamente de un tumor que tenía en la yugular».
Cuando se repuso, convocó a sus vecinas a rezar el rosario; al tercer mes comenzó una misa más grande para agradecer el milagro concedido. «Esto fue sucediendo durante los años siguientes, sin embargo las personas eran demasiadas hasta que trasladaron la ceremonia a una habitación para darle culto», relata Béjar.
Hay varias anécdotas, entre esas uno que pudo palpar Béjar cuando gracias a la fe hacia el futuro beato, logró quedar embarazada.
Y aunque no todos han conseguido los milagros solicitados, la fe por el venerable José Gregorio Hernández, sigue intacta.
Tommy Riccardi falleció el 27 de septiembre luego de un terrible accidente automovilístico. Sus padres, Leopoldo y Regina, se aferraron a Dios y a la intercesión de José Gregorio para que el menor de sus hijos salga del estado de coma. Pese a que falleció el día en el que Ecuador lo conmemora, los esposos dicen que «hay milagros que las personas no logran entender».
El 27 de octubre, primer mes de fallecimiento de su hijo, visitaron el templo y dejaron una velita encendida al futuro santo.
Hernández nació el 26 de octubre de 1864 en Isnotú, en el estado andino de Trujillo, y falleció en 1919 en Caracas tras un accidente vehicular a la edad de 54 años.
Su futura beatificación, en el primer trimestre del 2021, se debe a un milagro ocurrido en 2017, donde se le atribuye la salvación rápida y completa de Yaxury Solórzano, una niña perteneciente al estado Guárico. Solórzano habría recibido un disparo en la cabeza producto de un asalto junto a su progenitor en un caserío. Pese a los diagnósticos, la menor se salvó.
A partir de ahí, sus creyentes realizaron varias manifestaciones a favor de la beatificación de Hernández. Ahora será posible muy pronto.
El Obispo de San Felipe, Venezuela y Administrador Apostólico de Barquisimeto compartió en Twitter la noticia y escribió: «La Comisión de Médicos de la Congregación para las causas de los Santos, ha aprobado el milagro realizado por el Dr. José Gregorio Hernández».