El 13 de abril de 2018, el presidente Lenín Moreno confirmó el asesinato de Javier Ortega (periodista), Paúl Rivas (fotógrafo) y Efraín Segarra (conductor), integrantes del equipo periodístico de El Comercio.
Ellos habían viajado el 25 de marzo a la frontera norte para dar seguimiento a hechos violentos que se estaban produciendo. Un día después habrían sido secuestrados y luego asesinados por el grupo liderado por el abatido alias Guacho.
Citando reportes periodísticos, Yadira Aguagallo, pareja de Paúl, en una entrevista radial, señaló que el asesinato fue la noche del 7 de abril. El portal Código Vidrio, días atrás, divulgó además elementos que concluyen que fueron asesinados en movimiento y no que no se trató de una ejecución.
Un año después del hecho, según Cristian Segarra, hijo de Efraín, la Fiscalía no apunta más allá de que los tres comunicadores se pusieron en riesgo a pesar de las advertencias de los militares de ir a Mataje.
Otra inquietud sin respuesta, anotó Aguagallo, es que el 28 de marzo se iba a dar paso a una liberación que se truncó por operativos de la fuerza pública. Se refirió a que no hay una pericia a una carta que recibió en su correo, escrita por Paúl. En la misma, pide el cese a operaciones militares y policiales. “Ni la Fiscalía de Ecuador ni la de Colombia se han molestado en tratar de determinar quién envió ese mensaje”, añadió.
En los últimos meses nuevos elementos han aparecido fruto de investigaciones de periodistas. En un video inédito, divulgado por el portal Código Vidrio, aparece Javier Ortega indicando que se encuentran bien y que no han sufrido vejámenes, pero que su suerte depende del presidente Moreno.
Ayer, como parte de los actos por el año del asesinato, los familiares de Javier, Paúl y Efraín ingresaron por primera vez a Mataje, San Lorenzo, resguardados por policías y militares. Con camisetas con los rostros de sus familiares, colocaron un arreglo floral en una carretera. (I)