En las escuelas, apartamentos y otros espacios se modifican o ajustan sus estatutos para prohibir fumar marihuana en sus instalaciones.
Canadá está a pocos días de legalizar el cannabis, pero a medida que los edificios de apartamentos, escuelas y otros espacios se mueven para prohibir fumar marihuana en sus instalaciones, algunos entusiastas temen no tener sitio para ejercer sus derechos recién adquiridos. En Canadá está prohibido fumar tabaco.
Estas reglas están respaldadas por décadas de investigación que la relacionan el hábito de fumar, incluso en forma pasiva, por el mayor riesgo de contraer cáncer y enfermedades cardiovasculares. Siguiendo el ejemplo de las campañas antitabaco de los años 80 y 90, los gerentes de los espacios públicos y privados ahora se apresuran a combatir el cannabis, antes de que la legalización entre en vigor el miércoles 17 de octubre, para prevenir problemas por el humo de la marihuana.
Pero el movimiento ha provocado una reacción violenta, especialmente por parte de los inquilinos que se enfrentan a ser ignorados y a no tener dónde consumir lo que será un producto legal. “Cuando llegue la legalización, solo los que sean dueños de casas podrán consumirla, porque los alquileres se han modificado para restringir el hábito de fumar”, dijo el defensor de la marihuana y arrendatario, Shawn MacAleese.
“La idea de que una persona pueda comprar un producto pero no consumirlo, a menos que sea propietario de una casa, es ridícula”, dijo. Canadá se convertirá en el segundo país del mundo en legalizar el cannabis, después de Uruguay, que abrió el camino en diciembre de 2013. Según la agencia de estadísticas del gobierno, el 13% de los canadienses actualmente fuma tabaco.
En contraste, aproximadamente 4,6 millones de canadienses o el 16% de la población ha consumido cannabis este año, y no se espera que la cifra aumente significativamente una vez que se legalice la droga que altera la mente, según una encuesta reciente de Statistics Canada.(I)