La obesidad es uno de los principales problemas que enfrenta la población en la actualidad. Cada año mueren más de 2,8 millones de personas a causa de este padecimiento. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó a este trastorno como una epidemia, debido a su acelerado incremento a nivel global.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) reveló, en 2013, datos poco alentadores: Más de un cuarto de la población tenía sobrepeso y obesidad. En contraste, un reciente estudio realizado por la red de expertos NCD-RisC midió el crecimiento de la tasa de obesidad en países de Latinoamérica en los últimos 34 años y demostró que Ecuador es uno de los que más ha reducido sus cifras.
Sin embargo, el reto todavía es grande en el país. Se estima que 6 de cada 10 adultos entre 20 y 59 años tienen sobrepeso y obesidad. Además, según datos de la OMS, las enfermedades isquémicas del corazón son la primera causa de muerte en Ecuador. En 2014 se registraron más de 12 mil defunciones relacionadas con este tipo de padecimientos, derivados de la falta de actividad física y los malos hábitos alimenticios.
Beneficios de los edulcorantes para el control de peso
A nivel mundial, las personas han engordado entre 5 y 6 kilos en los últimos 31 años, según un estudio del Imperial College de Londres. Esta investigación analizó el peso de más de 112 millones de personas en 200 países del mundo entre 1985 y 2016.
Ante esta crisis de obesidad que se vive en casi todo el mundo, los productos bajos o sin calorías se han vuelto muy populares, debido a que son considerados como una herramienta adicional para controlar el peso y disminuir la ingesta de calorías.
La mayoría de los expertos coinciden en que, como sustitutos del azúcar, los edulcorantes no calóricos son pueden formar parte de un plan de alimentación y realización de actividad física para quienes quieran cuidar su peso. Sin embargo, existe controversia respecto a su consumo y los efectos que pueden tener sobre el peso corporal.
Con el fin de aclarar la controversia, el doctor Brian Cavagnari, experto en Ciencias de la Salud de la Pontifica Universidad Católica Argentina, analizó los estudios más relevantes sobre edulcorantes y sus efectos en el peso corporal.
Cavagnari descubrió que el consumo de productos bajos o sin calorías invariablemente conduce a un ahorro de calorías, independientemente de una posible compensación, que no afecta al peso corporal. El experto también analizó las diferencias entre beber agua e ingerir bebidas con edulcorantes no calóricos en individuos con sobrepeso.
Uno de los estudios más importantes se realizó en 2016 y reunió a 303 adultos obesos que se dividieron en dos grupos. Durante un año, el primer grupo bebió sólo agua y el segundo, bebidas sin calorías. Al final de la investigación, el peso promedio de quienes bebieron agua se redujo entre 2.45 y 5.59 kg, mientras que los que bebieron productos sin calorías bajaron entre 6.21 y 7.65 kg.
Además de estudios e investigaciones, organismos internacionales también avalan el consumo de productos bajos en calorías. En 2018, la Asociación Americana del Corazón, en conjunto con la Asociación Americana de Diabetes, señalaron que los edulcorantes no calóricos pueden facilitar la reducción del consumo de azúcares, así como ayudar a controlar el peso y generar beneficios sobre los parámetros metabólicos. (I)