Expertos indican que cuando la persona no se siente valorada o necesaria y tiene problemas económicos o sentimentales, puede tomar la fatal decisión.
Durante los primeros cinco meses del año, 25 personas se quitaron la vida; la mayoría por temas afines a las relaciones sentimentales, seguidas de problemas económicas y académicos.
De acuerdo con Fabricio Loor, jefe de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, muertes violentas, desapariciones, extorsión y secuestros (Dinased), las cifras actuales no distan del reporte oficial de suicidios de 2016, que cerró con 60 personas fallecidas.
Sin embargo, si la tendencia se mantiene ya se superaría la cantidad de personas que se autoeliminaron en 2018, que fueron 42. “Estamos hablando que en el quinto mes, ya llegamos a completar más del 50% de suicidios que el año anterior”, enfatizó Loor.
El uniformado dio a conocer que la cifra alta de suicidios no es una cuestión aislada en Cotopaxi, ya que las provincias de la Sierra Central como Tungurahua y Chimborazo también registran altas estadísticas.
Hombres y mujeres optan por esta decisión por igual; las edades más frecuentes son entre los 20 y 30 años y el nivel socioeconómico por lo general es medio bajo y bajo, es decir de escasos recursos económicos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo, aproximadamente 3.000 personas ponen fin a su vida cada día. De ahí que la OMS estima que alrededor del 20% de todos los suicidios se cometen por autointoxicación con plaguicidas.
“Ocasionalmente las personas se suicidan porque se encuentran en un episodio psicótico y creen que deben morir por alguna razón que no tiene sentido para nadie más”, explicó Marcelo Luna, psicólogo clínico. Depresión, factor influyente El profesional manifestó que la depresión es la antesala del intento de suicidio o suicido consumado.
Luna estimó que para determinar las causas por las cuales la Sierra Centro tiene altos niveles de personas que optan por suicidarse se deberían realizar estudios profundos; que se pueda partir de estadísticas como el alto nivel de migración interna de la gente de estas provincias.
“Un núcleo familiar fracturado deja vacíos dentro de sus integrantes, quienes no se sienten en capacidad de enfrentar los problemas del entorno, es bastante complejo”, aseguró.
De acuerdo con los expertos, el suicidio es un fenómeno que está estrechamente ligado con graves problemas psicológicos y trastornos de personalidad que deben ser identificados a tiempo para evitar fatales desenlaces.
“Una vez que determinemos dichos problemas podremos tratar de evitar futuras conductas e intentos de suicidio”, precisó el psicólogo Josué Herrera.
De acuerdo con el experto, una persona con tendencias suicidas suele seguir un cierto patrón de comportamientos y pensamientos. Si bien es cierto existen diferencias individuales, distintos desencadenantes, hay varias similitudes.
La baja autoestima, ocasionada por la depresión, conlleva a sentirse menos que los demás y puede desencadenar tendencias y pensamientos relacionados con desaparecer y evadirse del mundo en general.
Relacionado con el anterior punto, los sentimientos de soledad aparecen cuando los afectados creen no tener personas que los cuiden o apoyen, de tal forma los pensamientos de suicidio pueden llegar con más intensidad.
“Sentirnos solos cuando estamos pasando por momentos difíciles puede hacer que pensemos que somos prescindibles y que no ocurriría nada malo si muriéramos”, comentó Herrera.
Otro factor es no haber forjado una personalidad resiliente, es decir, fuerte, que sepa afrontar las vicisitudes de la vida con fortaleza, aceptando el sufrimiento como parte de la existencia. Según el profesional, la falta de este tipo de estrategias puede hacer que aparezcan muchas conductas relacionadas con el suicidio; esto se establece como solución a todos los problemas. (I)
Fuente: www.eltelegrafo.com.ec