Quito.- En el país, el 61% de ellas justifica la agresión recibida en sus hogares. Aunque muchas no lo reconocen se dedican al trabajo doméstico en horas que podrían emplearlas en sus estudios y algunas lo hacen por ayudar a sus madres.
El embarazo adolescente es otro de los problemas que afrontan, ya que el 80% es provocado por violación de un miembro de su familia. La violencia es el principal problema al que se enfrentan las niñas desde el vientre materno y frenarlo es el objetivo que se refuerza hoy como parte del Día Internacional de la Niña.
“Existen muchos patrones culturales que normalizan la discriminación. Por ejemplo, consideran que tener hijas mujeres es casi sinónimo de una condena”, refirió María Velasco, gerenta estratégica (e) del Plan Internacional.
La organización indicó que el 67,9% de las niñas (entre 10 y 15 años) ha tenido algún tipo de agresión, el 47% registró actos de violencia en su familia y en los espacios educativos. “Lastimosamente los lugares en los que las niñas deberían sentirse más seguras son donde más vulneradas y agredidas se han sentido”.
El informe “Patrones de violencia hacia las niñas” revela que el 61% considera justo el trato recibido. El estudio de la Fundación Desafío “Vidas robadas” refuerza ese concepto y refiere que cada año en promedio 2.000 chicas menores de 14 años se embarazan y el 80% es producto de violación de un integrante de su familia.
La gravidez precoz es otra de las dificultades que enfrenta una niña. En 2016 se registraron 2.960 embarazos adolescentes. 1.700 tuvieron a sus hijos y el resto abortó o tuvo complicaciones. El Ministerio de Salud, en junio de este año, reconoció que el embarazo de las jóvenes tiene un costo social y económico de $ 331 millones.
Nicolás Reyes, secretario técnico del Consejo para la Igualdad Intergeneracional (CNII), considera que el primer paso para mejorar la situación de las niñas en el país es reconocer la problemática y crear políticas sociales públicas.
“Es necesaria una inversión mayor en lo social porque es lo que realmente da mejores resultados en el desarrollo de un país”. Reyes mencionó la necesidad de contar con una justicia especializada para niñas, niños y adolescentes. Además precisó que lo fundamental es un cambio cultural en cada persona. “Debemos ser conscientes de que las niñas, como todos los seres humanos, son sujetos de derechos y hay que aplicarlos porque han sido las más afectadas en una sociedad adultocentrista y machista”. (I)
Fuente: El Telégrafo