Las agujas para tejer trabajan a toda marcha alrededor del mundo para crear cientos de sacos protectores y frazadas para la vida silvestre nativa, que los incendios forestales en Australia han dejado sin hogar y que han arrasado grandes extensiones de arbustos.
La Animal Rescue Craft Guild dijo el lunes que les ha llegado una avalancha de ofertas de ayuda después de hacer un llamado a voluntarios para hacer chales para murciélagos, bolsas para canguros, nidos de pájaros, mitones de koala y otras prendas para marsupiales.
Las donaciones han llegado de lugares tan lejanos como Estados Unidos, Reino Unido, Hong Kong, Francia y Alemania.
«Se está volviendo una locura», comentó Belinda Orellana, una de las fundadoras de la agrupación, a Reuters. «La respuesta ha sido increíble».
En las últimas semanas, las llamas han arrasado 8 millones de hectáreas de vegetación en Australia, equivalentes al territorio de Austria.
Algunos expertos estiman que la cantidad de animales muertos producto de los incendios, incluidas mascotas y ganado, sería cercana a los 500 millones, además de cientos de miles de especies de fauna nativa heridas y desplazadas.
«Es con las pequeñas almas que sobrevivieron donde nosotros llegamos (…), nuestro grupo crea y suministra artículos para los grupos de rescate y cuidadores en todo el país», expresó Orellana, agregando que la demanda estaba creciendo y que había una necesidad urgente de donaciones de telas.
Originalmente formada hace unos meses para fabricar camas y abrigos para mascotas de perreras, la página de Facebook de la organización tiene 75 mil miembros.
Muchos de los voluntarios han tejido y cosido una gran variedad de artículos, incluyendo mitones para koalas con patas quemadas y bolsas para canguros pequeños que han perdido a sus madres.
Lara Mackay, una de las nuevas voluntarias que vive en Nueva Zelanda, acaba de hacer su primera bolsa de canguro, que su gato probó en casa.
«Estoy pensando hacer la mayor cantidad posible y estoy pidiendo a fábricas que donen tela para coser», contó Mackay a Reuters.
En Singapur, Leslie Kok estaba trabajando en su cuarta bolsa para canguros y se reunió con otros voluntarios para compartir materiales y consejos. «Tejeré mientras sean necesarias las bolsas», declaró Kok.
Más cerca de los incendios, Simone Watts, en las Montañas Azules a las afueras de Sídney, vio la petición de ayuda y se puso a trabajar convirtiendo fundas de almohadas en camas para murciélagos o zorros voladores.
«Miré la lista de lo que más se necesita y, considerando mis capacidades de costura, decidí que podría contribuir con los chales para murciélagos», dijo Watts. (I)