La sospecha de casos de influenza del tipo AH1N1 ya ha motivado que al menos cuatro planteles de Guayaquil y Samborondón suspendan las clases en las aulas donde hubo evidencia de escolares afectados.
Un instituto privado con su sede principal en el centro de la urbe porteña adoptó el viernes esta medida con los niños de educación inicial, que van a instalaciones situadas en el norte.
Asimismo, otro establecimiento privado que funciona en el oeste suspendió las clases para dos niveles de educación básica, según padres, que señalaron como motivo la sospecha del virus de influenza AH1N1.
A inicios de semana, la rectora de un plantel particular del sur confirmó dos casos en el séptimo año de básica. Y días atrás se conoció de dos estudiantes infectados en un colegio privado de Samborondón.
El Ministerio de Salud Pública (MSP) establece cercos epidemiológicos en sitios sospechosos y se encarga de que las muestras lleguen al Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (Inspi).
Hoy ejecuta una campaña de vacunación, que empezó el pasado 18 de noviembre con cobertura prioritaria para el grupo vulnerable, que incluye a la “población cautiva”.
La licenciada Jenny Laines, responsable de Inmunología del cantón Durán, explicó que este último grupo comprende niños que asisten a los establecimientos del Ministerio de Educación y del Ministerio de Inclusión Económica y Social.
En el grupo vulnerable están incluidos niños de hasta 5 años, embarazadas, personas con capacidades especiales y adultos mayores.
Eugenio Jiménez, de 62 años, recibió ayer la vacuna en el centro de salud de Durán. Presentaba tos. Contó que había tenido gripe una semana antes. El MSP le dio un carné.
El sector privado ofrece vacunas para la influenza, que generalmente proceden de Estados Unidos y Francia. En un local de la cdla. Kennedy, aplicarla cuesta entre $25 y $30.
Ciertos laboratorios privados de Guayaquil analizan muestras. Ciudadanos que han indagado por el servicio hablan de valores cercanos a $180. (I)
Fuente: El Universo