Una lamida de su perro bastó para que un hombre de 63 años contrajera una peligrosa bacteria que provocó su muerte según se indicó en un artículo publicado por European Journal of Case Reports in Internal Medicine (Revista Europea de Casos Clínicos en Medicina Interna, en español).
Las infecciones causadas por la bacteria Capnocytophaga canimorsus, presente comúnmente en la boca de los perros y gatos, son poco frecuentes. Su afectación se da a personas con inmunodeficiencia o con antecedentes de alcoholismo tras ser mordidas.
Los médicos del hospital de la Cruz Roja de Bremen (Alemania) atendieron al hombre que presentó síntomas similares a la gripe, sin embargo, desarrolló sepsis severa y una coloración púrpura fulminante. En este caso no se encontró alguna mordida ni inmunodeficiencia se presume que la bacteria ingresó a través de una herida abierta que lamió el animal.
En el informe se explicó que desarrolló encefalopatía y falla hepática, además de un paro cardíaco y pudo ser resucitado con éxito para luego ser entubado y ventilado mecánicamente. Las dolencias aumentaron y se presentó gangrena emergente en el dedo. Tras 16 días de tratamiento con antibióticos el paciente falleció.
Este no ha sido el único registrado, en agosto pasado, a una mujer se le amputaron parte de la nariz, así como los brazos y piernas. Al principio se pensaba que era una gripe, pero la infección fue creciendo. Tras regresar del Caribe la mujer desarrolló los síntomas.
En este caso uno de sus dos perros fue el causante de la transmisión de la bacteria. (I)