Medardo Ángel Silva nació el 8 de junio de 1898. Fue un reconocido poeta y músico guayaquileño que transmitía en sus versos las vivencias y las anécdotas que percibió desde temprana edad; pues desde pequeño tuvo cercanía con el dolor y la muerte, por lo reflejado desde sus escritos.
Silva fue un niño que tuvo que enfrentarse a la muerte de su padre, lo cual afectó su vida y la de su madre por la ausencia, pues esto fue el inicio del cambio en su economía y cotidianidad.
De la época de Silva también conocemos a Humberto Fierro, Arturo Borja y Ernesto Noboa, quienes hacían de sus escritos un “juego” aparente con la muerte y la melancolía. Ellos fueron parte de la denominada Generación decapitada.
Las primeras poesías fueron expuestas en diario El Telégrafo, sin embargo, inicialmente fueron rechazadas por el contenido ‘fuerte’ con el que eran tratadas,ya que Silva era muy joven para relatar tales experiencias; ya después se publicaron en la revista Letras, en la que se difundían las de él y los versos de quienes pertenecieron a la Generación decapitada.
El 10 de junio de 1919, Silva toma la decisión de suicidarse, teniendo apenas 21 años de edad. Dejando las obras María Jesús y El árbol del bien y del mal, entre otras inéditas creaciones que después se convirtieron en reconocidos pasillos ecuatorianos; tal es el caso de El alma en los labios, popularizada por Julio Jaramillo.
Pese a su temprana muerte, Silva dejó una huella marcada en la literatura, pues el haberse familiarizado con otros escritores lo hizo merecedor de gran admiración para los de ese tiempo y para la generaciones que se han interesado por el personaje. (I)