Jordan Peele produce el
trabajo que se estrena hoy en la plataforma streaming. Reconstruye la historia
de una mujer que fue víctima de abuso doméstico.
En 1993 Hernán Zúñiga, el artista ambateño radicado en un barrio
de comerciantes de Guayaquil desde niño, vio a Lorena Bobbit llorar en la
televisión porque había castrado a su esposo con un cuchillo mientras dormía,
luego de ser maltratada y violada. Zúñiga le construyó un altar.
Cambió la imagen de la Virgen Dolorosa por una Lorena que lleva entre sus manos un pene y un cuchillo, con la mirada perdida. Había pasado un año desde que esta migrante ecuatoriana, oriunda del cantón Bucay, en Guayas, empezara el proceso de juicio por “castración con alevosía”.
Mientras que su exesposo, de quien Lorena mantiene -al menos públicamente- su apellido, enfrentó cargos por abusos y malos tratos y pasó por un proceso de reimplantación del pene.
Cuando Zúñiga ganó el primer lugar del Salón de Julio con esta obra, que simula el neobarroco, monseñor Juan Larrea Holguín, arzobispo de Guayaquil de esa época, solicitó retirarla de la exposición.
El titular del museo, que en ese entonces era Paco Cuesta, se negó a hacerlo en uso de sus facultades como director del Salón. La obra finalmente fue retirada de la muestra por orden directa del alcalde de la ciudad, León Febres-Cordero.
La cubrieron con un manto blanco y luego la escondieron en la reserva. Febres-Cordero dijo que no se exhibiría hasta su muerte. No fue sino hasta el año pasado que volvió a estar en una muestra. En Contaminados, en el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC), La adolorida de Bucay se enfrenta finalmente al público.
Lorena Gallo, el nombre de soltera de esta ecuatoriana, terminó el juicio en 1996. Ella y su expareja fueron declarados inocentes. Él tuvo un corto paso por el cine pornográfico con el lanzamiento de John Wayne Bobbit: sin cortes.
Ella volvió a Ecuador invitada
por Silvana Ibarra, la cantante que quería que junto con el político roldosista
y entonces presidente de la República, Abdalá Bucaram, fuera la madrina del
bautizo de su hija. En el país visitó la cárcel, su cantón, la Virgen del Cisne
en Loja y Bucaram le dedicó “Ese soy yo”, en su show con Los Iracundos. Bobbit
no dio entrevistas y, según un registro de Vistazo, quería cobrar entre tres
mil y cinco mil dólares por una. Desde entonces dijo que estaba dedicada a
escribir un libro y a poder encontrarse consigo misma.
Después de 26 años de castrar a quien terminó por divorciarse
nuevamente de otra mujer, por cargos de maltrato, Bobbit es la protagonista de
un documental dividido en cuatro partes y producido por Jordan Peele.
Disponible desde el viernes 15 de febrero en Amazon Prime Video, el filme participó en el prestigioso Festival de Sundance y revisa cómo durante el juicio que enfrentó Lorena, se obvió muchas veces las agresiones a las que fue sometida por su expareja, a nivel mediático. La ecuatoriana está al frente de Lorena’s Red Wagon, una organización sin fines de lucro que ayuda a las sobrevivientes de violencia doméstica. En una entrevista con el periódico New York Times manifestó que esta serie “se trata de una víctima y una sobreviviente, y de lo que pasa en el mundo actualmente”. (I)