Diez minutos habían pasado desde que el reloj había marcado las once del día, pero fueron diez meses los que habían transcurrido desde su viaje. Luis Antonio Ruiz regresó la mañana de ayer al país, luego de su lucha que le permitió vencer el cáncer Linfoma no Hodgkin que padecía.
El comunicador fue recibido por familiares, amigos, colegas y muestras de cariño que nacían de las personas que transitaban por el aeropuerto José Joaquín de Olmedo.
“Regresa a la vida una persona que amo con todo mi corazón. Luis Antonio es mi hermano, yo le dije que iba a regresar curado… le prometí que vendría a Guayaquil a recibirlo (…) me desborda el pecho de tanta emoción”, expresó la presentadora Denisse Molina, quien portaba una camiseta con el lema –‘Team fe. Somos más fuertes. #FuckCáncer’–.
«Que través de esto encuentre su propósito en este mundo y se de cuente que hoy en día es el ejemplo para muchas personas que también están luchando y que pueda dar su mensaje a partir del día de hoy», dijo por su lado Gabriela Pazmiño Yépez.
“Me encantaría decir que esto es un festejo a partir de ahora, pero es difícil para quien ha vivido todo lo que es el tratamiento del cáncer, porque sabes que hay otras personas que están pasándola muy mal”, indicó Ruiz aclarando que se trata de un tiempo para agradecer, pero para celebrar no.
“Dejé muchos amigos allá, dejé mucha gente que compartió conmigo todo este sufrimiento, todo el trajín de este cruel tratamiento. Me hubiese encantando sacarlos de ese hospital y llevarlos a su casa y que sean felices, pero siguen allí sufriendo”, agregó con la voz a punto de quebrarse.
Clama a las autoridades por un cambio de perspectivas en relación al tema del cáncer. “En el país no hay la capacidad de diagnosticar bien, entonces como no se puede diagnosticar bien, no se puede obtener el tratamiento adecuado, allá sí lo tuve (…), creo que ha llegado el momento que nosotros como país entendamos la real dimensión de lo que es el cáncer porque ya hay el tratamiento y los procedimientos, podemos aprender esas experiencias para traerlas al Ecuador y aliviar tanto dolo”, puntualizó.
«Desde la cama de mi hospital he visto cómo las peleas siguen siendo tan intestinas, llenas de rencor, odio, resentimiento; cuando hay gente que se está muriendo porque las masas crecen en tu cuerpo sin que tu hayas hecho algo malo para merecerlo».
Dar con su pronóstico
Indica que lo más dificil fue no tener un pronóstico hasta poco antes que termine el tratamiento. «Cuando me fui mi situación era muy incierta (….)Mi pronóstico era completamente reservado, cuando ya había pasado la quinta fase de la quimio yo ya había decido no seguir más».
«Fue la mañana de un jueves cuando mi doctora entró con una sonrisa de oreja a oreja y me dice -Luis hoy es uno de esos días por los cuales escogimos la carrera de medicina, ahora si tengo un pronóstico para ti, ahora sí puedo decirte que vamos a salir de esto – «, recordó, quien fue anchor de noticias de Teleamazonas.
Confesó tener algunos temores, por lo que investigará cómo pasó todo esto y qué hacer para que no regrese. “Cada día de mi vida es la lucha conmigo mismo, con ese miedo, con ese pavor”. (I)
Fuente: El Universo