Hace pocos minutos, la Sociedad de Egresados del colegio Mejía 2019 – 2021, informó en su cuenta de Facebook del fallecimiento de Édison Cosíos, exestudiante del Mejía, que fue impactado por una bomba lacrimógena en una protesta estudiantil durante el gobierno de Rafael Correa.
«Hoy, 16 de abril de 2019, a las 4:13 a.m. acaba de fallecer nuestro compañero Edison Cosíos. Esperamos que el profundo dolor que causa esta irreparable pérdida, sirva para que las autoridades respectivas hagan la justicia, que durante casi 8 años, para Édison y su familia no llegó. Paz en su tumba», dice la publicación.
Aún no se conocen exactamente las causa del fallecimiento del joven que estaba por cumplir 25 años.
Cosíos permaneció en estado vegetativo desde septiembre de 2011, es decir, por siete años y siete meses. Su estado de salud fue siempre delicado pues varios órganos importantes mostraban afectaciones.
Su madre, Vilma Pineda se encargaba del cuidado de su hijo en su vivienda, ubicada en la Argelia, al sur de Quito.
Édison Cosíos fue herido, durante una manifestaciones estudiantil, por una bomba lacrimógena disparada por el expolicía Patricio Hernán Salazar, quien en 2013 se entregó a la Policía Judicial de Pichincha.
Salazar, luego de un proceso judicial de dos años, fue declarado culpable de la lesión producida en Cosíos y se le sentenció a cinco años de cárcel. Pese a que también se le ordenó el pago de $100.000 como indemnización para la familia, el ahora policía retirado se declaró insolvente y no pagó esa reparación.
Costear el cuidado del joven le representaba a la familia mas o menos $2.000 mensuales, dinero que se completaba entre el sueldo del padre de Cosíos y el bono Joaquín Gallegos Lara. (I)
Fuente: www.eluniverso.com