Haber sido hombre de confianza del mayor narcotraficante que ha tenido Colombia lo puso en el mapa mediático en la década del 80 y tras salir de la cárcel se convirtió en figura usual en medios de comunicación, especialmente para hablar de su expatrón: Pablo Escobar.
Sin embargo, a Jhon Jairo Velásquez, más conocido como Popeye, le llegó su hora este jueves 6 de febrero tras estar hospitalizado desde el 31 de diciembre por un cáncer de esófago. Tenía 57 años.
Como una ironía, este famoso criminal estuvo en la Armada y en la Policía.
«Un día un ingeniero amigo me dijo que lo acompañara a una finca donde debía realizar un trabajo. Fuimos a la hacienda Nápoles y vi armas, mujeres bellas y animales exóticos y pensé: ‘esto es lo mío'», dijo en una entrevista en 2009.
«Vi a ese señor (Pablo Escobar) y sinceramente vi a Dios. Desde ese momento hice todo lo que estuvo a mi alcance por estar cerca de él. Luego me convertí en conductor de su organización y después integré la banda de sicarios que trabajaba para el Cartel», añadió, según una publicación de la BBC.
La policía lo tenía como uno de los miembros del cartel de Medellín más difíciles de capturar en los 80 y principios de los 90.
Un largo prontuario
Velásquez, uno de los asesinos más temidos de Colombia en su momento, fue el jefe de pistoleros de Escobar durante la sangrienta guerra que el Cartel de Medellín libró contra el Estado en la década de 1980 y comienzos de los años 90 para impedir la extradición de sus líderes.
Durante su vida Popeye fue acusado de muchos crímenes, incluyendo asesinato, magnicidios, secuestros y extorsiones.
Llegó a confesar que había matado a alrededor de 250 personas.
En ese tiempo solo entró a la cárcel cuando Escobar hizo que le hicieran una cárcel a la medida, de la cual luego escapó.
Tras ser capturado en los 90, lo condenaron a 23 años de prisión -en 2014-, tiempo que fue reducido después por su colaboración para conocer la relación de Escobar con casos conocidos como los asesinatos del candidato presidencial Luis Carlos Galán y del director del diario El Espectador, Guillermo cano. Así como de la explosión de un avión de Avianca en el que iba a viajar el entonces candidato César Gaviria -presidente de Colombia entre 1990 y 1994-.
Desde mayo de 2018 cumplía con una nueva condena por delitos de extorsión y concierto para delinquir.
De criminal a Youtuber
Tras el creciente interés de escritores y medios por contar historias vinculadas al narcotráfico y a los capos como Pablo Escobar las últimas dos décadas, Popeye se convirtió en una fuente de consulta del tema. Incluso llegó a decir que la serie sobre el narcotraficante se había quedado corta en cuanto a la maldad de los actos de esa época.
Aunque él y las autoridades lo tenían calificado como uno de los lugartenientes de Escobar, el hijo de este, Juan Pablo Escobar -ahora llamado Sebastián Marroquín-, ha dicho que Popeye no era tan importante en la organización criminal como afirmaba.
Varias veces lo entrevistaron mientras estaba en la cárcel, siendo la más famosa una publicada en serie y llamada «Las confesiones de Popeye», que tiene cientos de miles de reproducciones.
Tras salir de prisión en 2014, llegó a comentar noticias y se popularizó en redes sociales. Incluso abrió su propio canal en YouTube: Popeye Arrepentido -el cual tenía más de 1,2 millones de suscriptores-. En este incluso hablaba de política, área en la cual daba siempre su apoyo al expresidente colombiano Álvaro Uribe, especialmente en sus críticas al proceso de paz con la guerrilla de las FARC.
También dijo una vez sobre Uribe que él había autorizado la pista en la hacienda Nápoles cuando él era gerente de la Aeronáutica Civil y que sabía de la droga que salía del lugar. Sin embargo, nunca habló más sobre el expresidente, a quien calificaba como el hombre más poderoso de Colombia.
Popeye escribió tres libros y un guión de una serie que no ha sido filmada aún. Decía sentirse arrepentido de lo que había hecho, pero en más de una ocasión hizo apología de los narcotraficantes que llevaron a Colombia a una de sus peores épocas. (I)
Fuente: El Universo