A mediados de diciembre, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó a los países de América a prepararse para enfrentar olas de calor durante nuestra etapa invernal, o llamada verano austral en la zona del hemisferio sur, correspondiente a los primeros tres o cuatro meses del año.
«Las predicciones meteorológicas para América del Sur indican que durante esta temporada se esperan olas de calor que pueden aumentar el malestar, reducir la disponibilidad de agua, contribuir al incremento del riesgo de incendios forestales y la pérdida de cultivos. Las olas de calor también causan cortes de energía eléctrica, reduciendo el acceso a ventilación, refrigeración y aire acondicionado», señalaron en un comunicado.
Ante esto, el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) de Ecuador se pronunció por esta alerta e indicó que de acuerdo al pronóstico estacional y análisis histórico de los tres primeros meses del año habrá un incremento en la temperatura, pero estará en los rangos normales.
«Luego de realizar la revisión se constató que la OPS no especifica la fuente o institución que pronostica esta mencionada ola de calor, por lo tanto, no es posible como institución contrastar de forma técnica/científica este pronóstico para nuestro país», dijo al entidad en un comunicado.
Además señaló que en el Ecuador, por estar situado geográficamente en la zona tropical, no es posible definir la estación de verano solo la seca y lluviosa por lo que sería necesario una metodología propia para «caracterizar una ola de calor» en nuestro país. (I)
Fuente: El Universo