El Instituto Oceanográfico de la Armada comunica a la ciudadanía que del 22 al 25 de febrero arribarán trenes de olas provenientes tanto del Pacífico Norte como del Pacífico Sur hacia la costa continental e insular.
Además, se informa que hasta el 23 habrá presencia de un aguaje máximo, y periodos menores de 18 segundos. Se prevé en la zona costera continental un estado de mar con intensidad entre moderado y ligeramente agitado para el 22 y 23 de febrero; posteriormente el 24 y 25 las condiciones disminuirán ligeramente entre moderado y ligero. Para la zona costera insular su intensidad será entre moderado y ligero durante los 4 días.
Es importante recalcar que debido a la presencia de un aguaje máximo, podría generar oleajes con mayor energía en todo el borde costero y región Insular durante el 22 y 23 de febrero; además aumentará el riesgo de daño en las construcciones cercanas al mar, así como desbordamientos, mayor transporte de sedimentos y generación de fuertes corrientes.
Recomendaciones
Se recomienda a los pobladores de las zonas costeras, turistas y a quienes realizan sus actividades en el borde costero estar atentos a las señales y avisos emitidos por los organismos de control, no ingresar al mar solos y en lo posible mantenerse en el área destinada para bañistas. Si no hay bandera o no tiene claro su mensaje, antes de ingresar en el mar, preguntar a personal autorizado, quienes le pueden informar acerca de las características de la playa donde se encuentran, por ejemplo: cuales son las áreas peligrosas o información sobre los horarios de mareas.
En caso de ser arrastrados por la corriente de resaca, es imprescindible mantener la calma y no luchar contra la corriente, se sugiere nadar en dirección paralela a la orilla hasta que deje de sentir la fuerza de arrastre o mantenerse flotando hasta ser rescatado.
A quienes realizan labores en embarcaciones pequeñas, utilizar siempre los implementos de seguridad, especialmente chalecos salvavidas y equipos de comunicación en buen estado.
Se recomienda además:
- No arrojarse al agua desde escolleras.
- No perder de vista a sus hijos en la playa. La actividad de menores debe ser supervisada por adultos.
- Nadar en paralelo a la orilla. Evitar internarse mar adentro.
- Tener presente que las zonas rocosas y los muelles son lugares peligrosos para bañarse.