El informe borrador de la Contraloría encontró 171 defectos en la central hidroeléctrica por incumplimiento de la empresa china Sinohydro. La revisión de los problemas estructurales que presenta la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair estará en manos de la empresa alemana TUV, informó el ministro de Recursos Naturales No Renovables, Carlos Pérez.
Tras su comparecencia en la Asamblea Nacional para exponer sobre sus criterios de la proforma presupuestaria de 2019, el Secretario de Estado señaló que en los primeros días de diciembre la firma internacional empezará los estudios, labor que será cubierta por la empresa contratista china Sinohydro.
“Si los daños identificados en el proyecto tienen reparación, la empresa alemana nos dará las soluciones que deben ser implementadas y harán el seguimiento respectivo”, aseguró el ministro Pérez. Agregó que el contrato establecía una garantía por dos años, sin embargo se busca un acuerdo con la empresa contratista para que emita una nueva garantía por 10 años.
“Estamos discutiendo los términos de esa cobertura. La empresa ya ha dado su aceptación y esperamos que este tema se resuelva en los próximos días”, afirmó Pérez.
En el examen especial realizado por el órgano de control, durante el período de entre el 16 de diciembre de 2015 y 30 de abril de este año se identificaron 7.648 problemas. Pérez aseveró que estos problemas incluyen microfisuras, documentación que no fue entregada, falta de manuales de operación que debían ser traducidos al español, pero fueron entregados en chino.
El Ministro refirió también que la contratista tampoco entregó el repuesto de uno de los transformadores, el cual se dañó y aún no ha sido remplazado. Por otra parte, indicó que se espera el informe de un análisis realizado de manera robótica a los sistemas conductores de agua.
Pérez descartó que en la hidroeléctrica haya una paralización total, pero sí podría darse un paro parcial para reparar una turbina, proceso que será planificado. Otro de los problemas que reconoció el funcionario fue un error en el diseño inicial de la central, pues se edificó para un potencial de 1.500 megavatios, pero solo produce esa cantidad en horas pico y en un lapso de tres a cuatro horas, debido a la capacidad de embalse. Recordó que en los últimos 40 años las lluvias bajaron el 10%, por lo que las condiciones del estiaje afectan los ríos del país, de los cuales depende la generación eléctrica ecuatoriana.
El presidente de la Comisión de Desarrollo Económico y exministro de Electricidad del anterior gobierno, Esteban Albornoz, calificó como positiva la intervención de una firma internacional para evaluar las fallas y proponer soluciones.
Explicó que en los proyectos de esta envergadura es frecuente que haya este tipo de problemas los primeros cinco años de operación que deben ser corregidos por los contratistas. (I)
Fuente: El Telégrafo