El expolicía que fue señalado como supuesto mentalizador del doble crimen en La Puntilla estaba convocado para las 10:00 de ayer para rendir su versión libre y voluntaria en la Fiscalía de Samborondón, pero no se presentó.
El fiscal Manuel Alvear, quien investiga la causa, dijo que lo volverá a convocar dos veces, como exige la ley, antes de vincularlo al caso y confirmó que no tiene boleta de captura aún y que no se ha presentado ningún escrito a su nombre.
El exagente, de iniciales W. V. R. C., quien fue expulsado de la institución a la que servía luego de ser detenido por tráfico de drogas en el 2015, habría mantenido una relación sentimental con la hija y hermana de las víctimas.
A él, la mujer detenida lo mencionó en la audiencia de flagrancia realizada el jueves en la que le dictaron prisión preventiva por el asesinato de Olga Cruz Fuentes, de 68 años, su madre, y de Estefanía Egas Cruz, de 26 años, su hermana.
Ambas fueron asfixiadas con una almohada luego de ser supuestamente maniatadas con cinta de embalaje. Los autores materiales del hecho serían cuatro hombres que habrían sido contratados por el expolicía y la hija y hermana de las víctimas. Ella fue detenida el día del crimen por inconsistencias y contradicciones en su testimonio y hasta ahora la asesora legalmente un defensor público, que habría solicitado a la Fiscalía se le realice un diagnóstico psicológico.
Así lo confirmó Alvear, ayer. Él dijo que la detenida no cuenta con un abogado privado y ayer receptó el testimonio de un familiar cercano de la joven de 33 años.
Vicente Egas, su tío paterno, asistió al despacho de Alvear y mencionó que la familia estaba colaborando con la Fiscalía para que se llegue a la captura de todos los que intervinieron en el crimen.
Él dijo que desconocía de la relación de su sobrina con el expolicía. Admitió que la detenida siempre fue rebelde y que hace unos meses se le entregó la parte de la herencia de su padre (una casa y un dinero que recibía mensualmente).
Él dijo tener el corazón dividido, pero espera que la justicia y Dios se encarguen si su sobrina tiene responsabilidad.
“Mi sobrina (Estefanía) era estudiante, una joven de 26 años llena de vida y mi cuñada, toda la vida una persona tranquila, era una mujer delgada que nunca alzaba la voz, me sorprende la forma tan cruel en la que pudieron matarla. Eso es no tener alma”, dijo Egas.
El familiar dijo nunca haber escuchado que su sobrina sufriera algún tipo de enfermedad mental, pero cree que por la forma en la que actuó algo no estaría bien en ella.
El fiscal Alvear receptó también la versión de la esposa del policía. Él dijo que aparentemente la mujer no tenía conocimiento de la relación que mantenía el padre de sus dos hijos con la hoy procesada, por lo que negó saber algo de los crímenes.
Según el fiscal, la detenida tampoco habría conocido que el expolicía tenía familia. “Ambas han sido engañadas supuestamente”, dijo Alvear (I)
Fuente: El Telégrafo