El movimiento Revolución Ciudadana, que lidera el expresidente ecuatoriano Rafael Correa, volvió hoy a las calles para criticar la política de ajustes aplicada por el Gobierno de su sucesor y excorreligionario Lenín Moreno.
Decenas de simpatizantes de Correa marcharon esta tarde por las calles de Quito para rechazar la subida del precio de algunos combustibles, el despido de empleados del sector público y lo que denominan el “entreguismo de Moreno” a los grupos de derechas y a los organismos extranjeros como el Fondo Monetario Internacional.
El Gobierno de Moreno, por el contrario, ha justificado las medidas al advertir que eran necesarias para obtener liquidez y recuperar la maltrecha economía heredada del tiempo de Correa, al que culpa de casi todos los males del país.
Desde Bélgica, a través de redes sociales, Correa arengó a sus seguidores a luchar y resistir para recuperar lo que calificó como “días de gloria” del país.
En la manifestación, grupos de jóvenes con máscaras andinas, bandas de tamborileros, monigotes contra el “Tío Sam” y personas con símbolos de la izquierda latinoamericana caminaron por las calles y gritaron consignas de la tendencia.
Los manifestantes recorrieron varias calles del centro colonial de Quito hasta la plaza de Santo Domingo, bajo el grito repetido de “Moreno traidor“.
Cuando la manifestación llegó a los alrededores del Palacio de Gobierno, explotó en la calle un cóctel molotov y se generó un ambiente de tensión por la presencia de un nutrido grupo de policías en el sitio, aunque el suceso no fue a mayores.