Guayaquil.- Con siete pasajeros, Daniel Morocho circulaba por la avenida Abdón Calderón en su buseta de la línea 103, censada con el número 1690, cuando un piedrazo le impactó en la parte derecha del parabrisa delantero.
Aquello atemorizó al conductor y a los usuarios. Uno de ellos contó indignado que los trozos de vidrios casi alcanzan el rostro de una niña pequeña.
Fue la primera manifestación de violencia protagonizada ayer por un grupo de choferes de tricimotos, por el sector conocido como la 19, cerca de la estación de Metrovía La Placita, en el Guasmo, a las 07:15.
“Uno viene a trabajar tranquilamente y me rompieron el vidrio”, comentó Morocho uno de los primeros conductores en estrenar la ruta exprés que la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) implementó ayer.
Ese recorrido desde La Playita (av. Abdón Calderón) hasta el mercado de Las Esclusas (av. Raúl Clemente Huerta), con 10 busetas de la 103, busca atender una demanda de pasajeros que usa tricimotos a falta de buses públicos con esa ruta.
Los tricimoteros se oponen a aquello. Aducen defender su derecho al trabajo aun cuando son conscientes de que este medio alternativo no puede andar en avenidas principales.
El ataque a la buseta 1690 se produjo pese al resguardo que inicialmente daban agentes de la ATM en motos y patrullas, pues el contingente policial era escaso a la hora descrita.
Poco antes, en el mismo sector de la 19, agentes que iban en una patrulla recibieron insultos y amenazas con piedras por querer controlar el paso de las tricimotos en la vía principal.